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ORNA, LA FUENTE DE HIERRO Y LAS CHARCAS DE BIRIGARAKO ZABAL

Partiendo del núcleo urbano llegamos a Koskobilo, nombre de una cantera abandonada y de un yacimiento ya desaparecido, y a Orna. Aunque aquí ahora sólo queda una fuente, antaño en este lugar hubo un poblado medieval. El recorrido se adentra en el robledal hasta llegar a la Fuente de Hierro y a unas pequeñas charcas de gran interés ecológico para ranas, sapos, tritones y salamandras.

Distancia: 5,5 kilómetros
Desnivel: 120 metros
Tiempo estimado: 1 hora y 35 minutos

Indicadores                  Marcas itinerario

Partimos de la iglesia de San Miguel para bajar hacia el río Burunda. Lo cruzaremos por el puente de Orna y tomando el camino de la derecha llegaremos a la fuente del mismo nombre.

En las inmediaciones de esta fuente se alzaba un pueblo hasta el siglo XIV. En 1290 vivían en Orna unas 17 familias con 85 habitantes aproximadamente que se dedicaban a la agricultura y a la ganadería. Su iglesia estaba dedicada a San Martín.

A raíz de la conquista castellana de Álava y Gipuzkoa, Olazti y toda la Burunda pasó a ser territorio fronterizo convirtiéndose durante los siglos XIII y XIV en lugar de frecuentes incendios, robos e incursiones. La llamaban la «frontera de los malhechores». Los habitantes de los pequeños poblados como Orna, abandonaron sus tierras para refugiarse en los pueblos de la margen derecha del río al ser éstos más defendibles de los ataques foráneos.

Cerca de esta fuente se encontraba el yacimiento de Koskobilo, que guardaba restos de vertebrados del Cuaternario y un importante yacimiento del Paleolítico Superior, como se desprende de los restos líticos encontrados: hachas, raspadores, bifaces…

La excursión continúa por el camino que nos llevará hasta la depuradora de aguas. Allí tomaremos el camino de la izquierda para comenzar a ascender levemente adentrándonos poco a poco en el frondoso bosque. Un poco más adelante encontraremos un cruce. Tomando el camino de la izquierda ascenderíamos hasta el Ahuntzetxe (casa de cabras en euskera), refugio del ganado en el monte. Nosotros, sin embargo, tomaremos el camino de la derecha que pronto nos llevará hasta las charcas de Birigara y la Fuente de Hierro.

Fuente de Hierro

Fuente de Hierro o Metaliturri

El color rojo de los sedimentos, las piedras y las hojas que están en contacto con las aguas de esta fuente nos revela su alto contenido en hierro que al oxidarse, precipita formando depósitos y tiñe de rojo todo lo que toca. El hierro además del característico color rojo proporciona al agua un inconfundible sabor metálico.

Esta zona era muy visitada por los frailes capuchinos de Alsasua, quienes en su tiempo libre acostumbraban a pasear por el magnífico robledal cercano a su convento.

Muy cerca de la Fuente de Hierro o Metaliturri se encuentran las charcas de Birigarako Zabal. Estas pozas del interior del robledal favorecen la presencia de plantas y animales, aumentando la biodiversidad del bosque. Los murciélagos, corzos y jabalís encuentran en estas charcas un lugar donde beber durante todo el año. Los anfibios encuentran aquí un enclave donde reproducirse y hacerse adultos arropados por los arbustos y matorrales que crecen bajo los árboles. Espinos, cornejos y zarzas ofrecen protección a los anfibios jóvenes cuando salen de las balsas, y un refugio a los adultos para pasar el verano fuera del agua.

Charca de Birigara

En estas charcas se reproducen tres especies de anfibios: el tritón palmeado, la ranita de San Antonio y la rana bermeja. Asimismo, podrían albergar otras especies que están amenazadas, como la rana ágil (en la Península Ibérica sólo puede encontrase en algunas zonas de Navarra y Álava) y el tritón alpino.